En nuestro huerto, una pequeña explotación familiar de hace más de 60 años, seguimos elaborando nuestras mandarinas y naranjas con el mismo cariño y entusiasmo que dedicaron nuestros antepasados a través
de los años mejorando la calidad de los mismos.
Hoy los medios y canales de ventas están en constante evolución y hemos querido aprovechar sus ventajas para que nuestros clientes puedan ser participes de poder degustar nuestros frutos como nosotros mismos cuando los arrancamos al pasear entre los arboles, escogemos una pieza y la degustamos en medio del campo.
Por eso solo recolectamos las naranjas en su punto óptimo de maduración, y te las enviamos tal y como vienen del huerto, manteniendo todas sus cualidades y propiedades, y en el mínimo tiempo posible.
El desarrollo de las comunicaciones nos permite estar más cerca de nuestros clientes, cada día menos clientes y más amigos, que nos llaman preguntando cuando vamos a tener naranjas, y a los que hay que explicar que todavía no es el momento, que necesitan del frio invierno para que tengan su mejor color y sabor.
También para decirles que no llegará el pedido correspondiente porque llueve y no se ha podido recolectar. Nuestros productos no se mantienen en cámaras, ni se cogen antes de hora para darles luego color, ni mucho menos tienen nada que ver con las naranjas importadas de otros
continentes que muchas veces se venden como naranjas valencianas.
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